Este viernes 26 de noviembre y por tercer año consecutivo, las tiendas de Caracas, capital de Venezuela, se unieron al Black Friday, una tradición de Estados Unidos.
A pesar de la grave crisis económica que atraviesa el país y que mantiene sumida a una buena parte de la población en la extrema pobreza y ganando, escasamente, poco más de $2.2 al mes, muchos ciudadanos salieron a los principales centros comerciales y, con dólares en mano, se hicieron con toda suerte de artículos, principalmente, calzado y ropa.
La Patilla reveló que, específicamente, en el centro comercial Sambil, las puertas se abrieron a las 9:00 am hasta las 11:00 pm, y pudieron verse descuentos de entre 50% y 80% en varios comercios.
A pesar de que se exigió el cumplimiento de las medidas de bioseguridad por la pandemia por covid-19, el distanciamiento social apenas se pudo apreciar. Los ciudadanos llevaban tapabocas y en las tiendas les ofrecían, al entrar, gel antibacterial, pero la cantidad de personas en los establecimientos impedían que pudiera mantenerse la distancia de un metro entre los asistentes.
Varios usuarios aprovecharon las ofertas e incluso hicieron largas colas fuera de las tiendas para comprar, pero otros se quejaron de que los costos que se mostraban en algunas vidrieras no correspondían con el costo total de los productos.
Algunos encargados de tiendas revelaron que, este año, la afluencia fue incluso del doble de personas que en años previos.