El pasado martes 18 de octubre, el régimen de Nicolás Maduro y representantes de Países Bajos intercambian propuestas para “incrementar” la cooperación fronteriza entre la nación caribeña y las islas de Aruba, Bonaire y Curazao, pertenecientes a la nación europea y ubicadas en el mar Caribe.
La información fue dada a conocer a través de un comunicado difundido por el Ministerio de Exteriores del régimen, el intercambio tuvo lugar en un encuentro entre el viceministro para Europa de la Cancillería venezolana, Yván Gil, y el embajador del Reino de los Países Bajos, Robert Schuddeboom, en la sede de la cartera de Exteriores, en Caracas.
En un comunicado, la Cancillería aseguró que los diplomáticos revisaron “las relaciones bilaterales y los aspectos que tienen que ver con la frontera común”, sin ofrecer mayores detalles.
Gil apuntó que ambas naciones siguen “trabajando en propuestas para incrementar el relacionamiento” y que abordaron “temas de la geopolítica mundial y regional”.
El pasado 29 de septiembre, Maduro ordenó la instalación de “nuevas bases militares” en la Península de Paraguaná, el punto más septentrional del país, ubicado frente al mar Caribe y situada a escasos kilómetros de las islas de Aruba, Bonaire y Curazao, asegurando que dicha zona es utilizada por el narcotráfico colombiano para dirigirse hacia Europa.