“Si no hay paz, no hay fútbol”, bajo ese lema un grupo de manifestantes asediaron este martes 8 de junio el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, ubicado en la ciudad colombiana de Barranquilla, donde se celebró el partido entre las selecciones de fútbol de Colombia y Argentina (2-2), compromiso correspondiente a las Eliminatorias al Mundial de Catar 2022.
Por medio de las redes sociales circularon fotos y videos que evidenciaron la cantidad de manifestantes y funcionarios de su seguridad en las inmediaciones del recinto deportivo. Las personas exigieron que no se llevara adelante el juego, dado que consideran que el país no está en condiciones para ningún tipo de celebraciones.
Pese a las amenazas y conflicto, el duelo entre el conjunto cafetero y albiceleste se desarrolló con normalidad. Ahora ambos combinados se preparan para encarar la próxima Copa América, torneo que se celebrará en Brasil a partir del próximo 13 de junio.
Las protestas en Colombia comenzaron como respuesta de rechazo en contra de una reforma tributaria impulsada por el gobierno del presidente de ese país, Iván Duque. En respuesta, el mandatario pidió al Congreso que se retirara el polémico proyecto, el cual había desatado las fuertes protestas.
«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar incertidumbre financiera», expresó Duque en aquella oportunidad. «La reforma no es un capricho. Es una necesidad. Retirarla o no, no era la discusión. La verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de los programas sociales», añadió.
Sin embargo, las revueltas y tranca de vías continúan en medio de innumerables denuncias en contra de los organismos de seguridad y su accionar «desmedido» a la hora de reprimir las protestas y concentraciones.