La agencia Europa Press reportó este 7 de junio que la escasez de combustible ha vuelto a Venezuela, una vez que han cesado los envíos iraníes por mar y por aire que tuvieron lugar durante el mes de mayo y con los que se suministraron 1,5 millones de barriles.
«Con ello, han vuelto también las largas colas en las gasolineras, de hasta una hora de duración, para hacer acopio de un combustible aún más preciado en el marco de la pandemia de coronavirus», se lee en el reporte de la agencia.
La industria petrolera de Venezuela, otrora la principal fuente de ingresos del país, hace años que no rinde como debiera por los sabotajes y las sanciones, según el régimen de Nicolás Maduro, y por la falta de mantenimiento e inversión, que han dado lugar a instalaciones obsoletas, así como por la corrupción, a juicio de la oposición.
Además de los envíos directos de combustible en avión y barco, Irán envió a Venezuela técnicos que han estado dos meses inspeccionando y reparando las refinerías venezolanas, de acuerdo con fuentes citadas por la agencia de noticias Bloomberg. Los ingenieros iraníes abandonaron el país la semana pasada, han precisado.
El proceso de reactivación de la producción de combustible se ha retrasado aún más por el parón en la plan de Cardón debido a problemas mecánicos y a un incendio desatado el lunes.
«A ello se suman las sanciones estadounidenses, que han limitado significativamente la importación de combustible. La semana pasada, Estados Unidos solicitó una autorización legal para confiscar el cargamento de petróleo de cuatro buques iraníes con destino a Venezuela», apuntan.