Mientras la mayor parte de los venezolanos no se ha comido y probablemente no se podrá comer tan siquiera una hallaca en Navidad, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, ofreció una fiesta de navidad a los trabajadores de la institución en la que botó la casa por la ventana.
Lujos, platos desbordantes de comida, bebida escocesa de primer nivel y música fueron el común denominador de la controversial celebración, cuyas imágenes trascendieron en redes sociales.