Una mujer fue víctima de violencia de género, quien decidió contar lo que le sucedió por cometer una infidelidad que resultó en un embarazo no deseado y una fractura craneal por parte de su pareja al enterarse del engaño.
Su pareja emigró, y en ese momento un nuevo vecino fue la opción para calmar su deseo carnal, ambos estaban hundidos en el alcohol lo que les impide recordar con exactitud qué pasó.
Un mes después su menstruación faltó, luego un breve sangrado le mermó la preocupación, pero cuatro meses después, cuando esperaba el regreso de su pareja, confirmó con una prueba de embarazo lo que más temía: estaba embarazada de su vecino.
Entre sus opciones no estaba abortar, tampoco terminar su relación, su familia comenzaba a notar los cambios de su cuerpo, pero ninguno dijo nada respecto a la verdadera razón.
Sin embargo, cuando su pareja llegó al aeropuerto de inmediato se dio cuenta de que algo estaba mal:
«Cuando llegó al aeropuerto me preguntó ¿Y esa barriga? Y yo le dije que no estaba cuidando mi alimentación. Pude ver el odio en su mirada, sabía que le estaba mintiendo, pero no dijo nada«, relató la mujer.
Después de la celebración de bienvenida del hombre, comenzó el caos en su hogar: «¿De quién es? ¿Cuántos meses tienes? ¿Cuándo fue? ¿Cuántas veces estuvieron juntos? ¿Lo conozco? ¿Es de tu ex?«.
El terror la invadió cuando el hombre le preguntó qué pasaría si la golpeaba en la barriga; aunque no se atrevió a hacerlo. Solo le dio un golpe directo en la cabeza, ella cayó al piso inconsciente y cuando despertó estaba en un hospital, allí le diagnosticaron fractura craneal.
En su entorno solo su pareja tenía las condiciones económicas par pagar la operación que ahora ella requería, él lo hizo, pero nunca más volvieron a cruzar palabras o una mirada.
La mujer justificó aquel brutal ataque y decidió no denunciarlo: «Él pagó la operación, fue mi culpa, yo lo provoqué, no debí ser infiel».
Nunca más volvió a ver al hombre que la envió al hospital y al que ella justifica por su agresión, ni siquiera tuvo contacto con su familia. Ahora, su hijo no sabe quién es su padre ni las consecuencias que vivió su madre por quedar embarazada.
Redacción Maduradas con información de Caraota Digital
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