El presidente de Haití, JovenelMoïse, fue asesinado en la madrugada de este miércoles 7 de julio durante un ataque armado, ha confirmado en un comunicado el primer ministro interino del país, Claude Joseph. Su esposa, la primera dama de la nación, MartineMoïse, resultó herida durante el magnicidio y horas después falleció en un hospital de la ciudad de Puerto Príncipe. La irrupción de los sujetos a la residencia quedó captada por las cámaras de seguridad.
Alrededor de la 01:00 de la madrugada, un grupo de individuos aún desconocidos, «algunos de los cuales hablaban español», atacaron la residencia privada del mandatario haitiano y lo hirieron de muerte, reza parte del comunicado emitido.
En el material audiovisual, que rápidamente se ha viralizado en las redes sociales, es posible observar al grupo armado ingresando en la residencia, en medio del sonido de las alarmas.
Por su parte, el primer ministro interino y la Policía Nacional han condenado «este acto odioso, inhumano y bárbaro», al tiempo que han llamado a la población a la calma, tras afirmar que la situación de seguridad en el país «está bajo el control» de los organismos policiales y de las Fuerzas Armadas.
«Se toman todas las medidas para garantizar la continuidad del Estado y para proteger a la nación», se agrega en el mensaje.
Todo ocurrió a menos de tres meses de las elecciones presidenciales y legislativas, convocadas para el 26 de septiembre, a las que Moïse no podía presentarse como candidato. Sin embargo, el mandatario había convocado un referéndum para una nueva Constitución, que se ganó las críticas de sus opositores y la comunidad internacional.
Asumió la Presidencia el 7 de febrero de 2017 y sus últimos meses de mandato han estado rodeados por la polémica, ya que sus detractores no reconocían su legitimidad como mandatario e incluso lo comparaban a lo hecho por Juan Guaidó en Venezuela.
El Consejo superior judicial de Haití dio cuenta del fin del mandato de Moïse (tomando como partida el 2016), pero éste sostenía que se mantendría en el poder hasta el 7 de febrero de 2022 (al haber asumido en 2017), en una interpretación de la Constitución rechazada por la oposición. En esa turbulenta semana, el presidente aseguró que había frustrado un intento de golpe de Estado.
En consecuencia, Moïse llevaba más de un año gobernando por decreto, desde que en enero de 2020 declarara la caducidad del período legislativo, debido a que no se pudieron celebrar los comicios parlamentarios en 2019, aplazados por las constantes protestas antigubernamentales que paralizaron el país en esa oportunidad.