Michelle Bachelet, alta comisionada por los derechos humanos en la ONU, manifestó este lunes 1 de julio su profunda preocupación por el asesinato del capitán de marina retirado Rafael Acosta Arévalo mientras estaba bajo custodia del régimen de Nicolás Maduro.
“Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Acosta Arévalo, y porque el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia puede haber sido la causa de su muerte. Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida, y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad”, expresó en un comunicado divulgado por la ONU.
Bachelet felicitó la “pronta” respuesta de la cuestionada fiscalía general al detener a dos funcionarios de la Dgcim por el presunto hecho, aunque lamentó que las acusaciones de tortura no fueron incluidas en los cargos.
“Urjo a las autoridades a llevar a cabo una profunda investigación, -que incluya una autopsia que siga los estándares internacionales- que sea independiente y transparente. Esto es esencial para arrojar luz no solo sobre lo que ocurrió con él, sino también para facilitar que se lleve ante a la justicia a los responsables de su muerte”, dijo.
Acosta Arévalo fue detenido el 21 de junio junto a otros seis militares, de los que se solicita permitir la visita de sus abogados y familiares para asegurar que sean tratados con humanidad.
“Se deben adoptar urgentemente medidas para prevenir la reincidencia de la tortura y otros malos tratos de personas bajo custodia del Estado”, señaló.