Luego de que la frontera entre Colombia y Venezuela estuvo cerrada por siete años, el pasado 26 de septiembre altos funcionarios colombianos y venezolanos abrieron el paso vehicular entre ambas naciones para mejorar las relaciones comerciales y el flujo migratorio.
Tres semanas después de la apertura, se nota un cambio en el escenario de la frontera, actualmente se ven camiones de carga, cientos de transeúntes por el puente internacional Simón Bolívar, pero la reactivación ha sido un proceso lento: el tránsito de camiones es esporádico, no hay paso de vehículos de transporte público ni privado y las trochas siguen siendo utilizadas a diario.
Nelly Mesa, es una venezolana que continuamente pasa hacia territorio colombiano con el fin de visitar familiares y comprar víveres y ropa, la mujer indica que hasta la fecha todo continua igual.
«Qué va, si esto es lo mismo que antes«, dijo
«Lo que cambió fue que las gandolas (camiones de carga) y la gente con dinero ya pueden pasar tranquilos, pero al final tienen que caminar», añadió.
Los comerciantes de la zona y las autoridades colombianas y venezolanas esperan que la apertura de la frontera fomente el incremento de las relaciones comerciales y políticas, inciden en alcanzar el proceso de paz negociada con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que opera en ambos países.
Francisco Londoño, un joven líder social y político colombiano en la zona, denunció que no se ven grandes cambios tras la apertura de la frontera.
«Al lado de las cosas que existen acá, desde la violencia hasta la ilegalidad que vemos todos los días, que además están empeorando, la apertura de la frontera es irrisoria. Es apenas normal que la gente se pregunte qué fue lo que abrieron, si ni siquiera los corredores peatonales de los puentes (habilitados por Duque en 2020) tienen suficiente espacio para caminar cómodamente», sostiene.
Víctor Méndez, director ejecutivo de la Cámara Colombo-Venezolana, aseguró que la frontera debe ser despolitizada y solo centrarse en la activación del comercio entre Venezuela y Colombia pero para ello es necesario realizar adecuaciones técnicas y burocráticas.
Muchos de los camiones que han cruzado hacia Colombia pasaron días en aduanas ante la ausencia de mecanismos tributarios, personal y garantías jurídicas que agilizaran su ingreso.
Pasar por la trocha para muchos cargueros sigue siendo la opción más ágil, incluso barata.Es difícil saber cuántos han cruzado legalmente desde la apertura: las autoridades colombianas hablan de 35, las venezolanas de 25 y policías en los dos puentes le dijeron a BBC Mundo cosas como «si han pasado 20 camiones, es mucho».
Antes del cierre, en 2015, solían pasar hasta 100 camiones al día por estos dos puentes que conectan a Cúcuta con Venezuela.
Por su parte en la frontera se ha visto un aumento de personas sobre los dos puentes abiertos, la mayoría en busca de mercancías para vender en Venezuela, pero los usuarios denuncian que las restricciones horarias siguen complicando el proceso.
Redacción Maduradas con información de El Nacional