Más de 1.000 personas fueron detenidas por las fuerzas del orden en Rusia el sábado 23 de enero durante las manifestaciones a favor del opositor encarcelado Alexei Navalni, según la ONG OVD-Info, especializada en el seguimiento de las protestas en el país.
Según la organización, por ahora han recibido informaciones de que 1.090 personas detenidas en docenas de ciudades rusas.
Varios miles de personas salieron a las calles de Moscú para mostrar su apoyo a Navalni, en una jornada de protestas que se extendió por todo el país, pese a la prohibición de manifestarse lanzada por las autoridades.
Periodistas de la AFP asistieron a detenciones violentas y a choques entre policías y participantes en la concentración.
El equipo del activista anticorrupción, víctima de un envenenamiento en agosto, publicó a lo largo del día vídeos de estas manifestaciones, donde decenas, cientos e incluso miles de personas clamaban Vladimir «Putin ladrón», «Navalni, estamos contigo» o «Libertad para los presos políticos».
Estas protestas se organizaron a pocos meses de las legislativas previstas en el otoño boreal, en un contexto de caída de la popularidad del partido en el poder Rusia Unida.
Las primeras manifestaciones en el Extremo Oriente y en Siberia, donde miles de personas salieron a las calles en Vladivostok, Jabarovsk, Novosibirsk y Chita, tuvieron que hacer frente a importantes efectivos de la policía. Y en algunos lugares, la represión fue brutal.
Poco después, en Moscú, se congregaron miles de manifestantes en la céntrica plaza Pushkin, según pudieron comprobar periodistas de la AFP. «Rusia será libre«, decían los presentes, que desean caminar hacia el Kremlin.
La policía moscovita advirtió el viernes de que «reprimirá» cualquier protesta no autorizada que considere una «amenaza para el orden público». La alcaldía de la capital denunció manifestaciones «inaceptables» en medio de una pandemia.