Un grupo de niños fue testigo de una escena digna de una película, cuando un hombre disfrazado de Grinch se «robó» los regalos que tenía Santa, en la calle Staten Island de Nueva York, Estados Unidos.
Los pequeños estaban en una calle cerrada al frente de una estación de bomberos, rodeando al hombre vestido de Santa que se disponía a comenzar a repartir los regalos, cuando de forma inesperada llegó el Grinch, le arrebató el saco de regalos y salió corriendo.
Un par de bomberos intentó alcanzarlo, pero el Grinch logró escaparse hasta el final de la calle, donde fue interceptado por una patrulla de la policía que, entre risas, lo detuvieron y lo esposaron.
Luego de ello, la policía le devolvió la bolsa de regalos a Santa haciendo que los niños presentes gritaran de la emoción y aplaudieran.