Frente a muchos simpatizantes que se reunieron este viernes convocados por el oficialismo para rechazar «el paramilitarismo colombiano», el presidente Nicolás Maduro se presentó en tarima y ondeó las banderas de Colombia y Venezuela.
Al finalizar, Maduro invitó a bailar a la primera dama, Cilia Flores, «la pollera colorá», una de las canciones más representativas de la cultura colombiana.
La acción fue criticada y rechazada por colombianos y venezolanos que vieron el baile como una muestra de disfrute, felicidad y en general como una burla ante la crisis fronteriza por la que atraviesan ambas naciones.
La medida de excepción tomada en días pasados por Nicolás Maduro, vino acompañada de detenciones masivas de colombianos que fueron sacados a la fuerza, destruyendo sus viviendas y pertenencias en muchos casos, y bajo agresiones y amenazas que han denunciado como violaciones a los derechos humanos.