Aquel apodo de «toripollo» al parecer le quedó pequeño al gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, para referirse al presidente Nicolás Maduro, a quien ahora comparó con un elefante que destruye todo a su paso.
Capriles señaló este domingo que Maduro “se ha convertido en un elefante en una vidriera, todo lo rompe en cada paso que da”.
“Cuando recordemos este tiempo, porque este tiempo va a pasar, todos tendremos que entender que no fueron épocas de héroes ni villanos, sino que los venezolanos somos y hemos sido víctimas del apetito de grandeza de hombres y mujeres indolentes, a quienes no les importa el sufrimiento de los venezolanos. No es justo saber lo que nos están haciendo pasar los enchufados del Gobierno, lo importante en estos tiempos oscuros es mantenernos unidos, reparar las heridas que nos han infligido como sociedad, y dejarlos a ellos en el basurero de la historia”, expresó.
Asimismo, comentó en su columna de opinión que Venezuela atraviesa la peor contracción económica de Latinoamérica y el Gobierno de Maduro “será recordado como el gobierno del hambre, porque con un salario mínimo, que por cierto siempre te llenas la boca diciendo que ajustas, actualmente solo alcanza para cubrir cerca del 8 % de la canasta alimentaria, es decir, no alcanza para comer”, reseñó Sumarium.
A continuación la columna completa:
Si los tres primeros meses del año fueron duros en nuestra Venezuela, los tres siguientes, que ya están corriendo, van a ser más difíciles. Lamentablemente, la olla de presión sigue condensando el aire y hace falta liberar la válvula de escape. Esa válvula pasa necesariamente por una consulta electoral, que cada día toma más forma de Revocatorio.
Y es que el 70% de los venezolanos es de la firme convicción de que para poder transformar nuestro país hay que cambiar a un gobierno completamente de espalda a los venezolanos. Al gobierno de las colas, la inflación, la escasez, la corrupción, la inseguridad, la pobreza.
Hemos advertido que cada día se suman más elementos para un estallido social, y la única forma de evitarlo es que el pueblo pacífica, democrática y electoralmente, elija un nuevo rumbo, como lo establece el artículo 72 de nuestra Constitución, que indica que cuando se haya cumplido la mitad del período de un gobierno, el pueblo tiene la potestad de evaluar su desempeño.
Pese a que el pueblo tiene ese derecho, el gobierno, a través de las instituciones que mantiene secuestradas, sigue obstruyendo ese camino. Recuerden que el domingo pasado hablamos de ese nuevo invento que nos lanzaron desde el CNE para complicar aún más el inicio del proceso revocatorio. Pidieron unas nuevas firmas para solicitar la planilla del 1% de firmas que se inventaron en el reglamento de 2007, para solicitar el Revocatorio con la recolección del 20% de las firmas del electorado. Sí, todo un laberinto electoral. Pero, como siempre lo hemos demostrado, con organización y unidos vencemos, y ese requisito de última hora para retrasar la entrega de la planilla, lo logramos el fin de semana.
Pero las rectoras del CNE que, es bien sabido por todos que son del partido de gobierno, viendo que nosotros cumplimos, hacen nuevos inventos para seguir retrasando el proceso. A la espera de más de un mes de la planilla para recoger el 1% de firmas para solicitar el Revocatorio, se le suma ahora que el CNE anuncia que se tomará tres días hábiles para evaluar los recaudos entregados. Ese mismo día Nicolás Maduro anunciaba un nuevo día festivo en el país con la excusa del ahorro de energía eléctrica, cuando ya han tenido que reconocer que esos días libres que han dado no han funcionado para bajar el consumo de energía, pues el consumo en el hogar es superior. Y dado que el gobierno está inactivando al país con los decretos de días no laborales los viernes y ahora el lunes 18, el CNE seguirá demorando la entrega de la planilla.
Estamos en tiempos oscuros, Maduro se ha convertido en un elefante en una vidriera, todo lo rompe en cada paso que da. Pero cuando recordemos este tiempo, porque este tiempo va a pasar, todos tendremos que entender que no fueron épocas de héroes ni villanos, sino que los venezolanos somos y hemos sido víctimas del apetito de grandeza de hombres y mujeres indolentes, a quienes no les importa el sufrimiento de los venezolanos. No es justo saber lo que nos están haciendo pasar los enchufados del gobierno, lo importante en estos tiempos oscuros es mantenernos unidos, reparar las heridas que nos han infligido como sociedad, y dejarlos a ellos en el basurero de la historia.
Los venezolanos sobreviviremos y no nos dejaremos tocar por tanta maldad. ¿Cómo es posible que hasta el 31 de diciembre de 2015, la mal llamada Revolución recibió cerca de 1.800 millones de millones de dólares producto de la bonanza petrolera y lo que refleja nuestro país es atraso, colas, pobreza e inseguridad?
Los 1.800 millones de millones de dólares que han ingresado a las arcas de la nación en estos 17 años representan 100 mil millones dólares más que la suma que recibieron los gobiernos venezolanos desde Gómez hasta Herrera Campins.
A pesar de ello, esos gobiernos, que han sido tan criticados por los que hoy mantienen el poder, construyeron carreteras, autopistas, hospitales, escuelas, universidades, puertos, aeropuertos y hasta la propia Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como el Guri. Nuestra Venezuela empezó a conocer el desarrollo a través de los años con períodos gubernamentales que no recibieron más que una pequeña parte de lo que ha recibido este gobierno.
Sin embargo, si revisamos las obras que se han construido durante estos años, son más las obras inconclusas y promesas incumplidas que las ejecutadas, incluso tomando en cuenta esas obras improvisadas que hacen cuando llegan las elecciones buscando generar satisfacción momentánea en el electorado.
El grupito que hoy gobierna el país dilapidó la gigantesca suma de recursos que ingresaron con la bonanza petrolera y, además de no tener obras que exhibir, nos condujo al dramático escenario económico que hoy vivimos. Venezuela atraviesa la peor contracción económica de Latinoamérica. Como consecuencia de un modelo fracasado que nos impusieron, pasamos de ser el segundo país más rico de la región en 1982, al cuarto más pobre en 2015.
Y es que cada día hay más hambre en nuestro país. Esta semana, en uno de nuestros recorridos, que hacemos todos los días por nuestro estado, nos conseguimos a Juan, un venezolano trabajador que madruga todos los días para ir a trabajar, y nos dijo, con una sinceridad que le salió del alma, que muchas veces no almuerza para que sus hijos puedan comer. A ese lamentable cuadro hemos llegado y al gobierno sigue sin importarle.
Para ellos sigue siendo más importante la compra de consciencias en el mundo y la adquisición de armas de guerra, que solucionar la crisis alimentaria y de medicamentos que padecemos todos los que habitamos la noble patria de Bolívar.
Tu gobierno, Maduro, será recordado como el gobierno del hambre, porque con un salario mínimo, que por cierto siempre te llenas la boca diciendo que ajustas, actualmente solo alcanza para cubrir cerca del 8% de la canasta alimentaria, es decir, no alcanza para comer.
Hemos llegado a tales extremos, que la inflación proyectada puede llegar, al cierre de este año, a 600%. Según la información que oculta este gobierno, pero que nos viene del propio Banco Central de Venezuela, solo la inflación de marzo se calcula en más de 20%. Para que tengamos una idea de lo que estamos hablando, en países como Guatemala y El Salvador, la inflación está calculada en menos de 4% para 2016.
Desde el año 2007 los precios se han multiplicado más de 23 veces y la escasez aumenta. Ya han pasado 13 años desde que se implementó el control de precios y la escasez de productos de la canasta básica se cuadruplicó, ubicándose en 41,3%. En 13 años de control de precios, 9 han sido de escasez de productos básicos.
El gobierno está jugando con fuego, busca agotar la paciencia del pueblo porque a ellos les interesa que entremos en un conflicto para permanecer atornillados en el poder. Pero los venezolanos nos mantenemos firmes, porque hoy sobran las razones para estar unidos y con la mirada puesta en el Revocatorio como el camino para encontrar la luz al final del túnel. El Revocatorio se hará este año, pero depende de todos nosotros, de la fuerza que concentremos en ese objetivo, como lo hicieron los precursores de la patria en aquellos años de lucha por nuestra independencia.
Esta semana que viene, que celebramos el 19 de abril, tengamos más en cuenta que nunca que unidos somos poderosos. Sigamos apostándole al futuro de nuestra patria grande. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!