Después de las 7:00 de la noche del 6 de diciembre, los voceros de la Mesa de la Unidad Democrática abandonaron las instalaciones del Hotel Meliá Caracas, en donde habían sostenido una reunión previa con los expresidentes de Unasur.
A su salida del encuentro, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, aseguró que surtió efecto la doble presión contra el Gobierno de Nicolás Maduro y que recibieron nuevas propuestas para replantear las conversaciones.
«Hubo un punto de inflexión en el diálogo que estaba amenazado de muerte», declaró a los periodistas presentes en el lugar.
Posteriormente, en una serie de tuits, reflejó la posición oficial de la MUD tras el encuentro:
«Como resultado de esa doble presión los facilitadores nos hicieron hoy un conjunto de propuestas para relanzar CON RESULTADOS el diálogo. Esas propuestas serán evaluadas por la MUD y lo anunciaremos al país. Pero reiteramos: ¡No habrá reunión con el Régimen hasta que cumplan!», sentenció.
Recalcó que el único diálogo con sentido es aquel que procure la libertad plena de los presos políticos, el regreso de los exiliados, el fin de la persecución y el que ofrezca resultados concretos al pueblo que quiere elecciones, alimentos y medicinas.