El actor venezolano Jean Carlo Simancas emitió un comunicado dondecriticó a los ejecutivos del canal Venevisiónpor la forma en que han pasado a tratar a todos sus trabajadores.
“Tengo una profunda vergüenza por ustedes, a quienes en algún momento consideré hombres de honor”, expresó.
Asimismo, condenó que los nuevos encargados del llamado “Canal de La Colina” estén difiriendo los sueldos, los cuales calificó como “de humillación y hambre” al ser de tres o cuatro dólares.
“Estoy verdaderamente entristecido viendo a mis compañeros técnicos mostrando, con vergüenza, los sueldos de humillación y hambre a lo que los han llevado sus patrones”, agregó.
De igual forma, rechazó que ningún personal “le haya dado la cara” a los integrantes del canal tras los reclamos que hicieron por el salario que perciben.
“Solo enviaron a un cancerbero a grabar la indignación y a los que se atrevieron a indignarse. Me pregunto ¿Será para castigarlos? ¿Qué pensarán quitarles? ¿Cómo dejan a su gente con una indigente factura de pago en la mano esperando una respuesta?”, acotó.
Por su parte, pidió a sus compañeros de Venevisión que continúen denunciando y protestando para recibir una respuesta por parte de los ejecutivos del canal ante las exigencias.
“No rumoreen por los pasillos, hablen fuerte su indignación. Algún día será de día, y espero que entonces hayamos madurado como para tener un gremio fuerte. Que salga del ostracismo de mirar su propio ombligo y proteste”, recalcó.
Por último, aseguró que el manejo del canal venezolano no es el mismo pues la situación actual del país también ha afectado la forma en que trabajan diariamente.
“Nuestra querida Venevisión es poco menos que una huella más del desastre progresivo en el que nos hemos convertido como país”, concluyó.
Este es el comunicado emitido por Jean Carlo Simancas:
He visto con asombro las declaraciones tristes, muy tristes para mí, de los compañeros técnicos del canal de La Colina, como solían llamarlo cuando hervían sus pasillos de creatividad y expectativas, en tiempos cuando muchos otros creativos y yo hicimos carrera y hasta nos enorgullecimos de vislumbrar al mundo desde esa manera de comunicarnos con Venezuela y al menos con setenta y tantos países más, que preferían el melodrama Venezolano que al azteca o al carioca.
Ahora, nuestra querida Venevisión es poco menos que una huella más del desastre progresivo en el que nos hemos convertido como país. Este canal que compró el viejo Cisneros para rescatarlo de la sombra zurda cubana, ahora se ha convertido en un patrón inmisericorde con su material fundamental, que finalmente son sus trabajadores.
Empezaron con los artistas, a quienes les diferían los sueldos dos y tres meses, hasta que la devaluación se hacía cargo de los precarios honorarios, y ahora esto. Estoy verdaderamente entristecido viendo a mis compañeros técnicos mostrando, con vergüenza, los sueldos de humillación y hambre a lo que los han llevado sus patrones. Por lo demás, nadie al parecer les dio la cara, solo enviaron a un cancerbero a grabar la indignación y a los que se atrevieron a indignarse. Me pregunto ¿Será para castigarlos? ¿Qué pensarán quitarles? Será los tres o cuatro dólares de miseria que tan generosamente les mendrugan ejecutivos y dueños del “canal de los grandes espectáculos” y “de la belleza”, donde ya no hay ni espectáculos y la belleza se volvió harapienta en la caras largas y tristes, tristísimas, de sus trabajadores.
Señores VENEVISIÓN, de verdad no me atrevo a mencionar nombres porque en ese canal conocí a hombres de bien, ejecutivos que daban la cara. ¿Entonces quiénes eran? ¿Dónde están? ¿Cómo dejan a su gente con una indigente factura de pago en la mano esperando una respuesta? ¿Quiénes eran entonces? Tengo una profunda vergüenza por ustedes, a quienes en algún momento consideré hombres de honor.
Y a mis compañeros del arte: no rumoreen por los pasillos, hablen fuerte su indignación. Algún día será de día, y espero que entonces hayamos madurado como para tener un gremio fuerte. Que salga del ostracismo de mirar su propio ombligo y proteste, que se deje oír ante la injusticia colectiva. Finalmente, un artista no es sino el síntoma visible, y en el mejor de los casos, ejemplarizante de su época. Hagamos que haya valido la pena nuestro paso por el tiempo que nos tocó vivir.
Fuerza a nuestros hermanos técnicos de Venevisión. Amanecerá, siempre amanece.
Jean Carlo Simancas
Redacción Maduradas con información de Contexto Diario.
Le invitamos a leer: ¡TAJANTE! “Traidores miserables”: Fabiola Colmenarez le da con todo a la directiva de Venevisión por malos pagos a sus trabajadores