Un panorama así no lo recuerda ningún fanático. Por primera vez los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes se enfrentaron en un Estadio Universitario de Caracas prácticamente vacío.
En una Venezuela diferente esta realidad hubiese sido imposible imaginar, sobre todo porque la fanaticada de estos equipos, considerados los «eternos rivales», con frecuencia asisten a los estadios para vivir la pasión del béisbol de cerca.