Los médicos del ambulatorio Alfredo Machado, de Catia La Mar, en el estado Vargas, se sienten de manos atadas al momento de atender a sus pacientes debido al desabastecimiento y las deplorables condiciones del centro asistencial.
El cirujano Gerardo Romero explicó que actualmente tienen un déficit de analgésicos y antibióticos, sin estos no pueden atender a quienes acuden al centro de salud.
Tampoco cuentan con gasas, guantes, alcohol, todos estos insumos deben conseguirlos los familiares de los pacientes para que los médicos puedan atenderlos, muchas veces los parientes no los consiguen y el personal debe ingeniárselas para ayudar al enfermo.
Por otro lado, el 40% de los enfermeros han renunciado debido a los bajos salarios.
Por su parte, la doctora María Lozada indicó que no hay control epidemiológico.
Señaló que en algunos casos, cuando los pacientes mueren y no pueden llevarlos rápidamente a la morgue, tienen que colocarlos en el área de cirugía porque es la única que cuenta con aire acondicionado.
Además, para cumplir con la limpieza del lugar los empleados han tenido que recurrir a usar Povidine, esto debido a que no reciben cloro o desinfectantes desde hace más de dos meses.
Como si esto fuera poco, La Verdad de Vargas reseña que los empleados de este ambulatorio tampoco reciben una buena alimentación, “nos dan en el almuerzo arroz y caraotas, y por las noches arepas solas”, contó Romero.
Redacción Maduradas con información de La Verdad de Vargas.
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