La noche del 25 de julio, el presidente Nicolás Maduro volvió a hacer anuncios económicos, esta vez bajo el apellido de «políticas del nuevo comienzo», un esquema que incluye la reducción de cinco ceros al bolívar, la revisión del régimen cambiario y un plan para fortalecer las reservas internacionales.
En un consejo de ministros transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, Maduro postergó la reconversión monetaria prevista para el 4 de agosto hasta el día 20 de ese mes y anunció su decisión de que esta medida reduzca cinco ceros al bolívar venezolano y no tres como había ordenado en un primer momento.
Maduro indicó que el nuevo cono monetario -con denominaciones que se adaptan más a la hiperinflación nacional- «va a tener modalidad de anclaje al petro, la criptomoneda venezolana» lanzada por su Gobierno.
El presidente señaló que el nuevo cono monetario «va a tener una base de cambio e intercambio basado en la moneda el petro, cuyo precio se determina de acuerdo al valor de la cesta petrolera venezolana», aunque no dio mayores explicaciones al respecto.
Al bolívar, la moneda venezolana, comenzó a añadírsele el calificativo «soberano» desde el pasado 1 de mayo, para anunciar precios junto a su actual denominación, y se enmarca en la segunda reconversión monetaria que implementa el país en diez años.
El cono actual con apenas una década en circulación, comenzó a hacerse insuficiente desde hace más de un año, cuando la inflación, que superó el 2.600 % en 2017 según el Parlamento, disparó los precios.
Asimismo, Maduro adelantó que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) revisará una nueva ley en materia cambiaria para permitir el «libre flujo» de inversiones en el país, regido por un control estatal de las divisas.
Maduro anunció su intención de instaurar «un nuevo proyecto constituyente sobre ilícitos cambiarios (…) con el propósito de incentivar y permitir la inversión en moneda extranjera y eliminar las barreras de ilícitos cambiarios correspondiente a otros tiempos».
Prometió además «restituir totalmente el poder adquisitivo de la nación», una frase que dice un día después de que el Fondo Monetario Internacional pronosticase que la inflación de este año llegará a 1.000.000 % en el país petrolero.
El jefe de Estado también anunció la entrega al Banco Central del país (BCV) una importante reserva petrolera para, según dijo, fortalecer el músculo financiero y las reservas internacionales del ente Emisor así como su capacidad de pago.
«Quiero anunciar que estoy aprobando la propuesta que me hace el BCV (…) de entregarle un bloque completo de reserva petrolera certificada (…) para el ejercicio financiero y económico de la principal institución bancaria del país», señaló.
Se trata, según explicó, de un bloque llamado Ayacucho 2, ubicado en la rica Faja Petrolífera del Orinoco (oriente del país) y «consistente en 29.298 millones de barriles petroleros certificados para entregárselos como parte del respaldo de la emisión de activos financieros y como parte de las reservas financieras del BCV».
«Un paso histórico, ahora el BCV regentará y emitirá los documentos financieros necesarios y suficientes para fortalecer su capacidad de pago, las reservas internacionales y el músculo financiero», prosiguió y detalló que esta entrega se hará a través de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Las reservas internacionales de Venezuela se ubican hoy en 8.766 millones de dólares, muy por debajo de los más de 20.000 millones de dólares de los que disponía el BCV en 2013 cuando Maduro asumió el poder.
Asimismo, el presidente ordenó la exoneración durante un año de impuestos a la importación de maquinarias y materia prima que permitan acelerar el crecimiento del país.
Información de EFE