Los estudiantes Carlos Pellicer (19 años) y Abraham Moreno (20) denunciaron haber sido secuestrados, golpeados y torturados con quemaduras de cigarrillos por sujetos no identificados en Barinas, así lo reseña el portal de noticias RunRunes.
Pellicer y Moreno, ambos estudiantes de psicología de la Ucab y Universidad Yacambú respectivamente, señalaron que permanecieron incomunicados durante 17 horas, desde que fueron detenidos la noche del domingo primero de junio en la capital del estado Barinas. Las redes sociales denunciaron con sus fotos que se encontraban “desaparecidos”.
Así mostraron los estudiantes las marcas de las torturas:
Fueron liberados aproximadamente a las 2 de la tarde del lunes 2 de junio, presentando visibles marcas de quemaduras en el tórax.
Los estudiantes, quienes forman parte de la organización nacional Jóvenes Venezolanos, se encontraban en Barinas el primer fin de semana de junio como parte de una gira del movimiento para denunciar “la gravedad de lo que está sucediendo en Venezuela”. Ya habían participado en manifestaciones en Ciudad Bolívar, Puerto Ordaz y Portuguesa.
A las 11 de la noche del domingo primero de junio, Pellicer y Moreno se dirigieron a una cadena de farmacias para comprar una medicina para la garganta y cigarrillos, en la zona de Barina Alta. Salieron de la casa donde se estaban quedando sin celulares ni otras pertenencias por la inseguridad. “Cuando vamos llegando a Farmatodo, nos agarraron por la espalda y nos pusieron capuchas. Nos metieron de inmediato en una camioneta. No supimos quienes eran ni a donde nos llevaban. Nunca escuchamos su voz, no sabíamos cuántos eran, no nos preguntaron nada. Teníamos mucho miedo”, rememoran.
“Calculamos que nos estuvieron ruleteando unas dos horas hasta que llegamos a un lugar, nos bajaron de la camioneta y nos arrodillaron en un terreno con piedras, que sentimos porque teníamos shores (pantalones cortos)”, describen. “Allí comenzaron a hacernos preguntas: quién era nuestro líder, quién nos había pagado, quién nos había mandado. También tenían mucha información sobre nosotros: sabían el nombre de nuestras mamás, dónde vivíamos, qué hacíamos”.
También esas voces desconocidas le dijeron que si seguían protestando “les iba a ir peor”. Los estudiantes no respondieron al interrogatorio. “En realidad no teníamos nada que confesar. Por eso, nos empezaron a quemar la piel con cigarrillos sobre nuestras camisas mientras se reían. Guardamos las camisas con los huecos quemados”.
Los estudiantes cuentan que luego todo quedó en silencio. “Imaginamos que se fueron y nos habían dejado allí. Nos dimos cuenta de que comenzaba a amanecer por el calor que sentíamos, no por la luz del día. Con las capuchas no podíamos ver nada. Una hora antes de dejarnos libres (nos soltaron a las 2:30 pm), nos volvieron a montar en la camioneta, nos quitaron las capuchas y nos dejaron en un barrio súper peligroso de Barinas. Del susto, no nos atrevimos a voltear pensando en que nos iban a matar. Repitieron que si seguíamos protestando, ya sabíamos como terminaríamos”.
Pellicer y Moreno estuvieron caminando unas dos horas hasta que al final consiguieron a un joven en su casa que les prestó el teléfono para llamar a sus compañeros del movimiento para avisarles que estaban bien. Fueron a un periódico de Barinas a denunciar los hechos.
“El día anterior a nuestra detención, tuvimos una acción de protesta en el centro comercial Cima de Barinas. Allí observamos que había camionetas sin placas que nos estaban vigilando. Sospechamos que eran del Sebin aunque no lo podemos asegurar”, relatan. “En la noche de ese sábado, organizamos una vigilia por los caídos y los presos por las manifestaciones en la plaza Madre Vieja. Pero llegaron 12 policías nacionales y nos prohibieron protestar. Por las redes sociales se difundieron fotos donde ambos aparecemos. También hay que destacar que ese fin de semana estuvo el presidente Nicolás Maduro en Barinas”.
Tanto Pellicer como Moreno forman parte del grupo de jóvenes que fueron detenidos el pasado 8 de mayo por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) luego de desmantelar el campamento de protesta pacífica frente a la ONU-Pnud en Chacao. “Llegaron a las 3 de la mañana sin orden de allanamiento, nos dieron patadas, nos apuntaron con armas, nos dieron cascazos. A unos 30 nos metieron en un autobús y nos arrojaron gas pimienta. Nos trasladaron al Core 5 donde permanecieron 17 horas sin comunicarnos con sus familiares ni probar agua ni alimentos”. Ambos jóvenes salieron al cabo de tres días bajo régimen de presentación cada 15 días.
Los estudiantes aseguran que seguirá protestando. “No tenemos miedo, no podemos dejar que nos venza el miedo. Seguiremos recorriendo los estados del país para hacer llamado de conciencia a los estudiantes y sociedad civil. Nosotros solos no podemos hacer el cambio, necesitamos el apoyo todos para salir de esta pesadilla que nos está torturando”.
El caso de Pellicer y Moreno es atendido por la organización Foro Penal, que presentará la denuncia ante la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público.
Lisseth Boon
@boonbar