Después de un año de pandemia por el coronavirus, con nuevas variantes del virus que parecen tener mayor alcance para contagiarse de persona a persona y la producción de vacunas que, aunque han superado los obstáculos regulatorios, no han tenido un despliegue rápido, se mantienen los argumentos a favor del uso de la mascarilla tapabocas como la mejor medida de protección.
Varios estudios determinaron que el uso generalizado de la mascarilla puede detener las infecciones tanto en lugares pequeños como en grandes países.
Por ejemplo, en Francia, donde las variantes del SARS-CoV-2 es más contagiosa, el Alto Consejo de Salud Pública (HCSP) recomienda evitar las mascarillas de tela por considerar que son menos efectivas.
«Con motivo de la penetración en Europa de ciertas variantes nuevas que son más transmisibles, mientras los modos de transmisión no han cambiado, surge la pregunta de la categoría de máscaras que se pueden ofrecer en la población en general», señaló Didier Lepelletier, co-presidente del grupo de trabajo Alto Consejo de Salud Pública COVID-19 (HCSP).
En otros países como Alemania, en Baviera, el jefe de gobierno, Markus Söder, ordenó el uso obligatorio de la mascarilla de alta calidad en público en el estado que está bajo su mando.
Esta decisión fue calificada como «una buena idea» por el virólogo Jonas Schmidt-Chanasit, aunque este consideró que la decisión debe ir acompañada por la garantía de parte del gobierno de dar acceso libre a ese tipo de mascarillas para los ciudadanos con instrucciones sobre su adecuado uso.
Con respecto al uso de doble mascarilla para aumentar la protección se cree que esto sí puede ocurrir tomando en cuenta que combinar varias capas aumenta la eficiencia de la misma para bloquear la entrada de virus a las vías respiratorias, según la experta en transmisión de virus del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, EEUU, Linsey Marr.
Sin embargo, la especialista advierte que con el uso de doble mascarilla se corre el riesgo de que se dificulte la respiración.
Es importante resaltar que las mascarillas de categoría 1 filtran el 90% de las partículas, mientras que las de categoría 2 bloquean solo el 70%.
«Las máscaras de tela de categoría 1, suministradas por los fabricantes, validadas por la Dirección General de las Fuerzas Armadas, en términos de rendimiento, son tan efectivas como las máscaras quirúrgicas», precisó el profesor Didier Lepelletier, médico higienista.
Por otro lado, este especialista no está de acuerdo con que la población general use las mascarillas FFP2 que filtran al menos el 94% de los aerosoles:
«No es necesariamente algo bueno, porque no podremos controlar que estén bien gastadas y adaptadas a la morfología del rostro«.
Redacción Maduradas con información de Infobae
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