La crisis económica va minando cada día más las posibilidades de los venezolanos de llevar una vida en condiciones «normales»: comer, vestirse, ser atendido médicamente en caso de una enfermedad y por supuesto, distraerse, se convirtieron en lujos.
No hay aumento de salario que pueda hacer frente a una desbordada hiperinflación que arrasa con todo a su paso. Todo parece el guión de una película de terror sin fin.
Hablando de películas, quien quiera hacer una inversión para distraerse del oscuro drama país, tendrá que prepararse para dejar la mitad del sueldo mínimo en una entrada, según los precios actuales que fueron difundidos por este usuario. Un boleto general para adultos cuesta 2.300.000 y para niños hasta 14 y mayores de 60 años, 1.175.000 bolívares.