Al menos tres personas murieron este miércoles a manos de un tirador, quien también perdió la vida, en el campus de un hospital de Tulsa, Oklahoma, informó la policía, en momentos en que Estados Unidos lidia con el duelo y la rabia que dejó el reciente tiroteo en una escuela de Texas.
La policía no detalló si el atacante, que estaba armado con un rifle, fue baleado por agentes de seguridad o si se suicidó.
«Podemos confirmar que 4 personas fallecieron, incluyendo el tirador, en una situación de tiroteo activo en el campus del hospital St. Francis. Funcionarios están todavía desalojando el edificio», tuiteó la policía de Tulsa desde su cuenta oficial, agregando que ampliará la información.
Más temprano, el capitán de la policía Richard Meulenberg dijo que agentes estaban tratando la escena como «catastrófica» con «varias» personas baleadas y «múltiples heridos».