Apenas unas semanas atrás, se volvió viral el video de una joven tiktoker, identificada con el usuario @asadodefasouwu, en el que esta, sumida en llanto, hizo un «llamado a la solidaridad», para que la mantuvieran económicamente porque «no le gusta trabajar».
«Necesito que alguien me mantenga, porque no me gusta trabajar. Yo siento que nací para otra cosa. No sé, necesito una solución, es muy difícil todo esto», dijo la muchacha, en el audiovisual, difundido el pasado 3 de octubre.
Tras la publicación del material, y como era de esperarse, los usuarios no dejaron pasar el contenido y, en un corto periodo de tiempo, la joven, llamada Nani Unu, se convirtió en tendencia.
Los mensajes que se observaron en el video fueron, por un lado de críticas, otros de ofertas y unos tantos de humor.
A pesar de que su video pudo haber pasado a la historia, como otros tantos en la red social, hace poco, esta volvió a usar la red social para mostrar su peculiar nuevo trabajo. Y es que, a través de su cuenta de TikTok, en la que ya acumula más de 400.000 seguidores,
La tiktoker usó su plataforma para dar respuesta a las muchas preguntas sobre lo ocurrido, tras haberse vuelto viral.
«Me preguntan mucho si en realidad estaba llorando. ¿Cómo te explico) Es mentira. Es chiste, pero si quieres no es chiste», dijo.
Del mismo modo, contó que se dedica a trabajar por Twitch, plataforma que es su principal fuente de ingresos. Por tanto, desmintió que viviera de las redes sociales. Sin embargo, agregó que, recientemente, recibió una propuesta para protagonizar una campaña publicitaria de un centro de salud uruguayo.
«Una clínica de Uruguay me pagó para que haga una publicidad llorando. En vez de decir ‘necesito a alguien que me mantenga’, yo tenía que decir ‘necesito que alguien me pague la consulta del odontólogo», relató @asadodefasouwu para los internautas que han seguido de cerca su vida.
Aparentemente, le habrían pagado $500 por la publicidad, dinero con el cual compró un iPhone..
«Me compré un iPhone, estoy esperando que me llegue el iPhone», contó.