Las bodegas eran el «resuelve» de cualquier venezolano cuando no le alcanzaba la quincena para ir a un supermercado.
Productos como el azúcar, la pasta, salsas, detergentes, y artículos de higiene personal era habitual conseguirlos en los abastos.
Abigail Padrón es la dueña de una bodega en el barrio Los Corrales, al este de Guasdualito, Apure, que en 1997 estaba equipada con todo lo que una persona necesitaba para vivir y que hoy en día, gracias a crisis, escasea.
Padrón vendió una casa que tenía en La Palma, Guasdualito, y con ese dinero abrió en 1960 su abasto.
Redacción Maduradas con información de de Konzapata.