El amor de madre pasó por encima del miedo en el caso de Angélica Gómez, quien en medio del tiroteo ocurrido en la Escuela Primaria Robb, ingresó a la institución para rescatar a sus dos hijos.
«Si (el tirador) me mataba a mí, pues me mataba«, dijo la mujer que buscó a sus hijos dentro del plantel mientras sonaban las detonaciones.
La madre recordó que en medio del caos algunas personas la intentaron detener, pero no les hizo caso e ingresó en busca de sus pequeños.
Cuando finalmente tuvo a Vladimir y a Pablo con ella, los sacó del edificio y aseguró haber sentido una paz estremecedora.
«En ese momento no pensé en que tal vez los podía poner en peligro si (el tirador) nos escuchaba y nos disparaba», señaló al reconocer que sintió pesar por su actuación que posiblemente pudo haber puesto en mayor peligro a sus hijos.
También recuerda cómo sus hijos agradecían haber sido rescatados de aquel tiroteo.
«Me dijeron ‘mami, gracias’ y decían que me querían mucho, me abrazaban por el miedo que tuvieron y luego se dijeron entre sí lo mucho que se querían», señaló.
Redacción Maduradas con información de Univisión.
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