A través de redes sociales, se dio a conocer un video en el que, presuntamente, el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana (Conas) descubrió una «fábrica» clandestina de Rikesa y Margarina Mavesa supuestamente en el interior del país.
El lugar, constituido aparentemente de varias casas, en las que se ocultaba la mercancía, se observa sucio y desordenado.
En las viviendas se guardaban las etiquetas y los selladores de los productos que, presuntamente, eran vendidos como productos originales, pero que, evidentemente, no cumplían con los estándares de salubridad requeridos.
Ante la gran necesidad, escasez y altos precios de los productos básicos, los venezolanos rara vez se detienen a pensar u observar si los alimentos que compran cumplen con normas mínimas de salubridad. Es por ello que se han vuelto cada vez más comunes las prácticas irregulares de este tipo.