Ante la crisis de abastecimiento de agua, los venezolanos se han visto en la obligación de «resolver» por sus propios medios lo que las autoridades y empresas que se encargan del vital líquido no han podido cambiar.
Zonas como La Pastora cuentan ya con mucho tiempo sin el servicio de agua, por lo que tienen que pagar para ser abastecidos con tobos y baldes del vital elemento.
Precisamente, una vecina de la zona antes mencionada denunció que, cuando no se cuenta con el dinero que exigen, tienen que hacer un «trueque«: cambian productos de primera necesidad por litros de agua.
Entre los productos que se cambian se encuentran arroz, lentejas, harina y pasta.
La mayoría de los productos son extraídos por los residentes de la comunidad de las bolsas de comida de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que reciben en sus hogares.