La represión de manifestantes por parte de los cuerpos de seguridad al servicio de Nicolás Maduro no solo afecta a quienes protestan, sino también a las personas que se encuentran en zonas adyacentes como niños o adultos mayores.
Este martes 30 de abril, cuando los cuerpos de seguridad dispersaban con bombas lacrimógenas a las personas que protestaban en Naguanagua, estado Carabobo, un niño de 10 años resultó afectado.
El pequeño no sufrió lesiones físicas, sin embargo, los gases le causaron daño y tuvo que ser trasladado a una clínica de la entidad.