Denis Furtado presumía de hacer magia con los cuerpos de las brasileñas. Pero tras la muerte de una mujer a la que sometió a una cirugía plástica clandestina en su apartamento, el “Doctor Bumbum” (Doctor Trasero) desapareció.
Su fama era grande, evidente en sus más de 650.000 seguidores en la red Instagram. Y fue a través de unas amigas que la banquera Lilian Quezia Calixto se animó a viajar 2.000 km desde Cuiabá hasta Rio de Janeiro para someterse a un aumento de glúteos a través del polémico relleno con polimetilmetacrilato.
Furtado la operó en el ático de su apartamento en Barra de Tijuca, la Miami carioca, pero poco después la mujer empezó a sentirse mal. Con taquicardia e hipotensión, ingresó al hospital el domingo y después de cuatro paradas cardíacas, falleció.
Posteriormente, el “Doctor Bumbum”, de 45 años, se esfumó y está siendo buscado por homicidio calificado y asociación criminal, en tanto que su novia, que según los medios era también su asistente, está presa.
La abogada Naira Baldanza, defensora de Furtado, indicó que la paciente “no presentó ninguna complicación” durante la cirugía, según una nota citada por el portal informativo local G1: “Cualquier conclusión sobre la muerte de Lilian y la eventual responsabilidad de mi cliente (…) es precipitada”, agregó.
Pero una comisaria de la repartición policial de Barra Tijuca, citada también en el G1, indicó que en su testimonio “la directora del hospital contó que Lilian todavía estaba lúcida y describió lo que había ocurrido”.
La historia tuvo fuerte repercusión, en el segundo país con más cirugías plásticas del mundo, después de Estados Unidos.
La Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBPC) repudió rápidamente el caso y denunció que “la creciente invasión de la especialidad por no especialistas ha promovido cada vez más casos fatales como éste”.
“No se puede hacer un procedimiento plástico dentro de un apartamento. Hay muchas personas que venden una ilusión, una fantasía para pacientes de una forma no ética y las personas, fragilizadas, se sienten atraídas muchas veces por precios bajos, sin querer saber si será en condiciones adecuadas”, dijo a la AFP el presidente de la SBPC, Niveo Steffen.
El cirujano plástico recuerda, además, que el relleno con biopolímeros y polímeros es muy peligroso y ha causado problemas y hasta la muerte de decenas de mujeres en América Latina, con casos especialmente sonados en Venezuela.
El caso del “Dr. Bumbum” revela “la banalización de los procedimientos estéticos por profesionales no especializados, que muchas veces, ni son médicos y colocan a la población en riesgo”, señaló.
Con muchas preguntas aún en el aire, el portal G1 asegura que el médico, que también operaba en Brasilia, fue imputado cuatro veces por la Policía Civil del Distrito Federal por ejercicio ilegal de la medicina y crímenes contra el consumidor.
Información de AFP
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