Tres misiles lanzados por las fuerzas rusas alcanzaron varios depósitos de combustible en Lviv, al oeste de Ucrania.
Estos ataques ocurrieron luego de que también fueran atacados el aeropuerto y una base militar de esa ciudad.
Tras la caída de los misiles sobre los depósitos, uno estalló en llamas dejando ver un denso humo negro.