El pasado 2 de septiembre se celebró una nueva edición de Miss Universe Colombia, certamen de belleza en el que Lina María Hurtado, Miss Buenaventura, fue una de las grandes favoritas.
De acuerdo con People en Español, la intención de la afrocolombiana es brindar un plataforma para empoderar a miles de mujeres del Pacífico que desde su infancia sufren de racismo y no se sienten bellas por su color de piel.
“No quería inspirar sino amor propio. Lo que la gente elogiaba de mí era la seguridad que proyectaba. Ver videos de niñas afro frente al televisor tratando de imitarme en el reinado para mí fue un ‘lo logré’”, expresó.
A pesar de que María Camila Avella Montañez fue quien se llevó la corona, la destacada participación de Lina continúa apareciendo en los medios de comunicación.
“No obtuve la corona, pero esas imágenes fueron el mejor premio. Mis estudiantes, cuando uso mi cabello al natural, me preguntaban si no me daba pena salir en TV con mi pelo afro. Y ellas me contaban que no les gustaba. Por eso quería inspirar, que me vieran más como una líder que como una reina en traje de baño”, resaltó.
Después de concluido el concurso de belleza, Lina confesó que vivió momentos duros en su niñez debido al bullying que sufrió por parte de sus compañeros de colegio, quienes se burlaban de su color de piel.
“Mis papás trataron en lo posible de mostrarme lo valioso que era ser una mujer negra, de cuánto me tenía que amar y aceptarme. Pero los niños eran crueles, había matoneo y me costaba aceptarme tal y como era. Siempre llegaba del colegio con ganas de arrancarme la piel y fue un proceso difícil”, reveló.
Durante una entrevista ofrecida a la revista Semana, indicó que, aunque sus padres decidieron cambiarla de colegio e incluso de ciudad, las burlas contra ella no se detuvieron.
Reconoció cómo llegaba en las tardes a su vivienda y se aplicaba cloro en la piel para tratar de blanquearla.
“Lo hacía a escondidas de mis padres. Y lo usaba porque se supone que es un blanqueador y lo blanco era lo bueno. Siendo niña y en medio de lo ilógico que podía ser me lo aplicaba y me frotaba. Y me hice mucho daño en la piel”, recordó.
A pesar de que se mudó de Buenaventura a Cali en su adolescencia, tuvo que soportar la falta de amabilidad contra las personas negras.
“A los 15 años llegué a vivir sola a Cali, a estudiar en la U, después de ser una hija muy amada y cuidada, y me enfrento nuevamente a una ciudad que no era amable con las personas negras. Fue ahí que empezó mi activismo con distintas organizaciones”, concluyó Hurtado.