Ante esta situación, el ministro de Defensa, Alfredo Molano, viajó a Popayán, la capital departamental del Cauca, para liderar un consejo de seguridad.
«Sin tregua contra la delincuencia, narcos criminales no seguirán sembrando terror en la población. Di instrucción a la Policía y a las Fuerzas Militares de no descansar hasta encontrar responsables», expresó el alto funcionario en Twitter.
Hasta la zona del incidente llegaron miembros del Ejército y de la Policía para atender la situación. En videos publicados en las redes sociales se ven graves daños causados por la explosión, con los vidrios rotos y escombros en el suelo.
También la presencia de militares en la zona y el caos que causó entre la población de esta localidad donde tienen presencia grupos narcotraficantes, disidencias de las FARC y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional.
Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, condenó el atentado y aseguró que el «terrorismo es el arma del cobarde» y ordenó a la cúpula militar y al ministro de Defensa ir «tras los culpables de inmediato».
También rechazó el atentado la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de Estados Americanos que en redes sociales manifestó que condenan «enérgicamente acción terrorista con carro bomba en Corinto, Cauca, y nos solidarizamos con heridos».
Añadió que repudian el «accionar violento de grupos armados ilegales, que han provocado desplazamientos de población en Caloto y Argelia».
Los grupos criminales se disputan varias regiones del Cauca para dedicarlo a cultivos ilícitos de coca y marihuana, así como a la minería ilegal, en una zona que también es un corredor clave para el movimiento de mercancías ilegales.