Un juez en Bahamas sentenció este miércoles a dos venezolanos a cinco años de prisión tras ser detenidos por intentar ingresar al archipiélago 1.245 kilos de cocaína, valorados en 25 millones de dólares.
Jaime Digiacomo, de 64 años, y Luis Pérez, de 29, fueron condenados por el juez Samuel McKinney tras declararse culpables.
Digiacomo y Pérez se declararon culpables por un cargo por intentar y conspirar entrar ilegalmente drogas al país y otro cargo por posesión de drogas ilícitas con intención de venderlas.
El juez también les impuso una fianza de 100.000 dólares a cada uno y, de no pagarla, tendrán que cumplir un año adicional en prisión.
Según dijeron los venezolanos ante el juez, un alto oficial de la Policía de Bahamas los ayudó para entrar la droga.
A través de un intérprete, Digiacomo le contó al tribunal que cuando aterrizaron, el oficial de policía en cuestión estaba esperando recibir el envío y se suponía que los llevaría a una lancha rápida que luego viajaría a República Dominicana.
El juez, a su vez, escuchó en sala que la Policía de Crooked Island comenzó a sospechar cuando escuchó el sonido de una avioneta cerca del aeropuerto de la isla a eso de las 23.45 (03.45 GMT) del pasado 23 de diciembre.
Al llegar las autoridades al aeródromo, avistaron una avioneta estacionada en la pista de aterrizaje.
Cuando los oficiales se iban acercando a la avioneta, vieron que la puerta de la misma estaba abierta y que dos hombres salieron corriendo.
Los dos hombres entonces fueron perseguidos y atrapados y devueltos a la avioneta, donde los oficiales encontraron 44 bolsos negros donde escondieron la droga.
Los venezolanos indicaron a las autoridades que la droga la movieron desde Venezuela.
Cuando se le preguntó sobre sus antecedentes, Pérez dijo que era soldador de la construcción y padre de una niña de nueve meses. Mientras tanto, Digiacomo aseguró a la corte que era agricultor y también tenía cuatro hijos.
Durante el juicio, ambos hombres cuestionaron que la Policía no reportara la intervención de un presunto alto oficial de ese organismo.
Digiacomo le aseguró al juez que el alto oficial de la Policía local transportaría la cocaína en una embarcación de alta velocidad hacia la República Dominicana.
Después de que se leyeron la sentencia, Pérez rompió a llorar y se tapó la cabeza con la mano, mientras que Digiacomo no mostró ninguna reacción visible.