La Federación Venezolana de Ciclismo (FVC) informó recientemente que la ciclista BMX Stefany Hernández habría sufrido un traumatismo craneoencefálico leve, latigazo cervical grado II y traumatismo facial contuso durante una “agresión” en un bar de Caracas.
“No pronunciamos con gran repudio ante esos hechos violentos, donde evidencia claramente discriminación y violencia de género”, expresó la federación en un comunicado publicado en su cuenta en la red social Instagram.
El pasado sábado 12 de marzo, la medallista olímpica denunció haber sufrido agresiones homofóbicas en el bar Narciso, ubicado en Las Mercedes, Caracas, donde compartía con sus amigos.
“Hacemos un llamado a las mujeres organizadas y a toda la comunidad LGBTQI+ para que hechos violentos como el vivido por nuestra atleta no vuelvan a ocurrir, y que se unan para que se cumpla la ley ante la violencia de género”, añadió en el escrito la FVC.
Su testimonio se viralizó en redes sociales, tanto, que varios funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, entre ellos Félix Plasencia, canciller del régimen de Maduro, Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda, y Mervin Maldonado, ministro de Deporte, se solidarizaron.
“Todo nuestro apoyo, respaldo y solidaridad para la atleta Stefany Hernández”, concluyó la Federación Venezolana de Ciclismo.
En su cuenta en la red social Instagram, Hernández compartió una fotografía en la que aparecía recibiendo hidratación vía intravenosa. “Nos golpearon a las mujeres y a los hombres a pesar de haber sido nosotros los agredidos en un principio. Los violentos, y los dueños del local, seguramente quedaron satisfechos bailando el capricho de violentarnos. Qué tristeza siento”, escribió.
Aseguró que un empleado de seguridad del bar Narciso le golpeó el rostro y el oído, además, hubo empujones e insultos. El trabajador fue detenido por las autoridades tras la difusión del caso.
No obstante, varias personas cuestionaron la versión de la medallista olímpica a través de las redes sociales, entre ellas ciudadanos que estaban en el local la noche del viernes.
La mayoría de los testimonios concuerdan en que Hernández y su grupo de amigos supuestamente no controlaron su bebida. Además, coinciden que presuntamente molestaron al resto de los clientes presentes en el lugar.