El huracán Laura alcanzó el miércoles la categoría 4, extremadamente peligroso, mientras se acerca a Texas y Luisiana. Las autoridades aconsejaron a las personas en estas zonas costeras que mejor se vayan.
Un huracán de categoría 4 puede provocar daños tan catastróficos que los cortes de electricidad podrían durar semanas y posiblemente meses. Las partes afectadas podrían quedar inhabitables por semanas o meses, de acuerdo con meteorólogos. Eso planteará un nuevo desafío a los equipos de socorro para gobiernos desde federales a locales que ya pasan problemas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
El miércoles al mediodía, Laura tenía vientos máximos sostenidos de 205 kilómetros por hora (125 millas) y estaba a unos 320 kilómetros (200 millas) al sureste de Lake Charles, Luisiana, moviéndose hacia el noroeste a 26 km/h (16 mph). Se esperan vientos máximos de 233 km/h (145 mph) antes de que el ojo del huracán toque tierra, haciendo que el agua de mar se adentre en tierra firme sobre una zona de más de 724 kilómetros (450 millas) de largo en costa de Estados Unidos, desde Texas hasta Mississippi.
El meteoro ha tenido una intensificación notable “y no hay indicios de que vaya a detenerse pronto” mientras avanza sobre las cálidas aguas del centro del Golfo de México”, explicó el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
“Algunas zonas, cuando se despierten el jueves por la mañana, no van a creer lo que pasó”, pronosticó el especialista en huracanes Stacy Stewart.
“Podríamos ver alturas de marejadas ciclónicas de más de 15 pies (4,5 metros) en algunas áreas”, dijo Stewart. “Lo que no sea derribado por el viento podría ser derribado fácilmente por las crecientes aguas del océano que avancen tierra adentro”.