Unos 2.000 migrantes de diversas nacionalidades partieron este domingo desde el sureño estado mexicano de Chiapas rumbo a la Ciudad de México, en protesta por el incendio que dejó 40 muertos en Ciudad Juárez la noche del 27 de marzo.
«Hoy salimos simbólicamente denunciando un crimen de Estado. Nos faltan 40 migrantes muertos que no hicieron nada», dijo el activista Irineo Mújica, quien encabeza la caravana que salió de un parque en la ciudad de Tapachula, en Chiapas.
El grupo está conformado principalmente por migrantes de Centroamérica, Venezuela, Colombia y Haití.
Según las autoridades mexicanas, el incendio se originó cuando un migrante prendió fuego a un colchón en la celda donde permanecía con otros 67 hombres, en medio de una protesta por una posible deportación.
Imágenes de una cámara de seguridad mostraron que una vez desatado el incendio, ni el personal de migración ni el de seguridad hicieron algo por evacuar a los migrantes.
Un total de 39 migrantes murieron en el lugar, la mayoría por asfixia, y uno más en un hospital.
Mújica -quien denomina a la caravana Viacrucis Migrante- pidió también la desaparición del Instituto Nacional de Migración «no solo de nombre sino de manera estructural para cortar la corrupción».
Los migrantes portan cruces y llevan pancartas y largas banderas con consignas escritas en las que también exigen al gobierno el tránsito libre por el país.
Una migrante venezolana que no quiso dar su nombre dijo que lleva junto con su familia tres semanas en Tapachula esperando documentos que le permitan avanzar rumbo a Estados Unidos.
«Nosotros no queremos seguir aquí. Hemos sufrido mucho, más que en mi país porque aquí nos han extorsionado y nos han humillado», afirmó.
El sábado, autoridades otorgaron visas humanitarias a migrantes haitianos y africanos, lo que les permitirá transitar de manera segura por el país.
Aunque la intención de Mújica es llegar a Ciudad de México, varios migrantes comentaron que buscan arribar a la frontera con Estados Unidos.
AFP
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