Más venezolano que un pabellón criollo, tan cálido como el amarillo brillante del araguaney y tan alegre como las gaitas zulianas en diciembre, el venezolano tiene muchas características que lo representan y son parte de su vida diaria, y que tal vez no lo haya notado pero al leer la siguiente lista tal vez se sienta identificado y se dé cuenta de esas cosas cuando las reviva.
1. Una arepita después de una rumbeada
Ya seas de los que van de rumba en rumba o de quedarte en una disco toda la noche a todos les pega por igual el hambre en la madrugada. No sólo de vino y danzas vive el hombre, también hay que meterse una buena comida después de tanto ajetreo y para ello están las areperas que son estaciones de servicio para el estómago de quienes rumbean. Ese sabor único de las arepas madrugadoras acompañadas de jugos naturales hacen que cualquier se sienta renacido y con fuerzas para llegar bien a casa, o seguir rumbeando.
2. Pedir la bendición
Hoy en día pedir la bendición es más una costumbre venezolana que un rito religioso, pues aunque la respuesta que se recibe es “Dios me lo bendiga” podemos sentir que es esa persona y no Dios quien nos bendice. A abuelos, tíos, primos de tus padres y hasta incluso a los mejores amigos de tus padres les pides la bendición. Dar la bendición no sólo sirve como otra manera de dar los buenos días sino de presentar un modesto respeto a familiares y a quienes reconoces como familia.
3. Divagas y cuentas tres anécdotas, para poder contar lo que te pasó.
Están quienes se ríen antes de poder terminar de contar el chiste y están quienes te echan tres cuentos distintos antes de terminar la historia que empezaron. Pongamos por ejemplo a nuestra madre contando que en el mercado compró comida, pero antes de eso visitó a una amiga la cual le contó sobre su hija que se casó, y así hasta que en algún momento vuelve a la historia del mercado para contarte que te compró un chocolate.
4. No dejas pasar un chinazo
En el reino animal los grandes depredadores tienen sentidos afinados para seguir a su presa y cazarla. Muchos venezolanos tienen un instinto natural que les hace reaccionar inmediatamente cuando alguien dice un chinazo. ¿Que alguien quiere un café, negro y fuerte? ¿Quiere un perro caliente, grande y con todo? ¿Jugando béisbol y no vio cuando la bola le pasó por debajo? Naguará, más de uno se habrá muerto de risa por dentro o simplemente dejar salir un ¡Chinaaazooo! Con respectivo chalequeo.
5. El venezolano no es creyón
Cuando el venezolano se entera de algo que le parece increíble o sorprendente dirá “no vale, no creo”, también cuando se le pronostica de algo que podría pasar en el futuro o largo plazo, “no vale, no creo”. En nuestro país creemos que El Silbón y La Sayona existen, y que incluso han cobrado víctimas pero si le dices que la Nutella cuesta 24 mil bolos dirá “no vale, no creo”.
6. Caimaneras: la recreación venezolana
Para una caimanera se requiere de dos equipos, espacio suficiente y algo bien frío para tomar. Las “caimaneras” se tratan de jugar un deporte entre amigos o familiares, con el respectivo equipamiento para dicho deporte o con materiales caseros. Lo normal es ver caimaneras de béisbol o fútbol, generalmente en medio de una calle cerrada o donde los participantes se mueven cada vez que pasa un carro.
7. Todo venezolano es tu pana
Todos somos hijos de Venezuela y por lo tanto los venezolanos son todos hermanos y eso se refleja en como los venezolanos se tratan entre sí, por ejemplo llamamos “hermano” a la persona que nos atiende en un restaurante o panadería, incluso quien maneja el bus; llamamos “pana” a quien vende el periódico o nos hace un favor; el amigo de un amigo es tu pana.
8. Echamos broma sobre todo
Una prueba de esto es cuando alguien se fractura un brazo y lo tiene enyesado, seguramente lo primero que dirá un venezolano -o incluso el mismo afectado- es algún chiste relacionado con tocar furruco o pedir cola pa’l cielo. Es humor es parte de la resiliencia del venezolano, no existe situación negativa o grave de la cual el venezolano no pueda aunque sea reírse un poquito pues el venezolano tiene fuerza bastante para seguir adelante, o reír para no llorar y pa’lante como el elefante.
9. Celebras absolutamente todo.
Baby shower, bautizo, cumpleaños, graduaciones, quince años, la casa nueva, el carro nuevo, carnavales, navidad, vacaciones, puentes, matrimonios, trabajo nuevo, fin de semana, ganó el equipo, día feriado, todas estas y más son razones para el venezolano de destapar una cerveza. El venezolano brinda y celebra por todo aquello que le traiga felicidad a su vida, desde una malta porque ya saliste de clases o una cerveza al salir del trabajo, todo es una pequeña o gran celebración y es parte del espíritu venezolano.
10. Somos cariñosos, mi amor
“Mi amor” ,”gorda/gordo”, ”mi vida”, “corazón” o “reina/rey” son algunas de las palabras que utilizamos para referirnos con cariño o picardía a otra persona, aunque muchas veces aparecen reemplazando “pana”, todo depende del tono en que se dice y si aparece una sonrisa pícara. Son más que todo escuchadas entre parejas.