Una historia personal que se hizo viral en redes sociales reveló las precarias condiciones de vida que llegan a tener profesionales venezolanos con muchos años de preparación.
El pasado 29 de junio el profesor universitario José Ibarra publicó vía Twitter una imagen de sus zapatos rotos, que no ha podido reemplazar por otros porque su salario como docente no le alcanza. Su historia es la misma de muchos profesionales venezolanos, no solo docentes, a los que sus sueldos no les permiten comprar lo básico para subsistir.