Ante la nueva (pero vieja) problemática ante Guyana, la carta bajo la manga de Maduro es apostar por internacionalizar de la diatriba llevándolo a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y al Mercado Común del Sur, (Mercosur), sin embargo diversos especialistas coinciden en que estos “aliados” han cercado al Gobierno de Caracas y han vuelto la mirada a Georgetown.
Tal es el caso de Milos Alcalay, quien asegura que esta internacionalización para nada contribuye en el rescate del Esequibo pues estos organismos están integrados por países con los que Venezuela tiene diferendos.
“Llevarlo al Mercosur debilita las posibilidades, lo que tiene que hacer la Canciller es bajar los decibeles y buscar mecanismos de resolución pacífica”, sentenció el exembajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Milos Alcalay.
Este viernes durante la cumbre semestral del Mercosur, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aplaudió que esa organización esté buscando la resolución del conflicto por vía del derecho internacional. Sin embargo esa organización no es el mejor escenario para presentar el caso, debido a que Guyana, país asociado, también expondrá sus argumentos.
Para Alcalay, las acciones agresivas tomadas por Caracas solo demuestran una diplomacia pendular que va de un extremo a otro sin mantener una línea de diálogo enmarcada en el acuerdo de Ginebra.
“El decreto 1787 es una posición neoimperialista de Venezuela que asume el control de Guyana, Surinam, Guayana Francesa, la Fachada del Caribe y Colombia. Esto nos lleva en contra de lo que se había logrado con aciertos diplomáticos”.
María Teresa Belandria, abogada internacionalista, coincide con Alcalay e insiste en que lo ideal es seguir la disputa dentro del territorio de la diplomacia buscando el diálogo y a un nuevo oficiante por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y no llevarlo a estos organismos de integración, donde está Colombia y Brasil.
El primer país mantiene una controversia con Venezuela por las áreas marinas y submarinas al norte de Castillete. Por otra parte, Brasil pesca en río revuelto en el diferendo por el Esequibo, e incluso construye una vía hacia ese país y por ende ninguna de estas naciones tendría una postura objetiva a favor de Venezuela.
Con la Celac sucede algo similar. Esta está integrada por los países que conforman la Comunidad del Caribe (Caricom), la cual fijó postura a favor de Guyana. En ninguno de los casos Venezuela lleva las de ganar.
El reto de Venezuela
Alcalay recordó que Venezuela ha ido perdiendo terreno por lo que no es de extrañar que en Mercosur la diplomacia agresiva de Caracas no obtenga resultados.
El reto de Venezuela es regresar a la diplomacia pacífica, enmarcados en el Acuerdo de Ginebra. Para el exembajador no hay que centrarse en la exploración de la Exxon Mobile pues Guyana tiene la concesión en este momento y las conversaciones con las petroleras se dieron durante el Gobierno de Hugo Chávez.
“Las opciones del país se agotan por lo que es necesario ir preparando un dossier para desconocer las actividades de la Exxon y seguir con el diálogo sin imposiciones”, puntualizó el internacionalista.
Con información de El Cooperante.