Luego del mega apagón del martes 31 de julio en la Gran Caracas, Luis Motta Domínguez, ministro de Energía Eléctrica, visitó la subestación Santa Teresa III, en el estado Miranda, donde mostró que presuntos delincuentes fueron los causantes de la falla.
Mostró un «boquete» en la pared que da hacia la parte este de la subestación eléctrica, por el cual, según su explicación, habrían ingresado delincuentes para robar el cableado.
Indicó que fueron robados 50 metros de cable en el lugar, lo que produjo el corte del servicio durante varias horas en la capital venezolana y estados vecinos, como Vargas, Miranda y Aragua.
Como era de esperarse, calificó el acto como «sabotaje» hacia el sistema eléctrico.