Violentos enfrentamientos estallaron este miércoles 12 de junio en Hong Kong cuando la policía trató de impedir que los manifestantes contrarios a un proyecto de ley sobre las extradiciones a la China continental irrumpieran en el Parlamento de la ciudad.
La policía usó gases lacrimógenos, porras y gas pimienta para dispersar a los manifestantes, mientas decenas de miles de personas bloqueaban arterias clave en una muestra de fuerza contra los planes del gobierno.
El jefe de la policía, Stephen Lo, declaró que los policías habían actuado con «moderación» hasta que unos «gánsteres» intentaron tomar el parlamento.
Los enfrentamientos empezaron poco después de las 15H00 (07H00 GMT), la hora límite que los manifestantes habían dado al gobierno para abandonar el polémico proyecto de ley.
El proyecto de ley contempla la extradición a todas las jurisdicciones con las que no existe un acuerdo bilateral, incluida China continental.
Las autoridades afirman que esta ley llenará un vacío legal y hará que la ciudad ya no sea un refugio seguro para algunos criminales. Garantizan la existencia de salvaguardias para asegurar que cumpla con las normas internacionales de derechos humanos y que no se dirija a los opositores políticos de China.
Pero tras años de tensiones políticas en la antigua colonia británica, muchos hongkoneses ya no creen en las promesas de su Ejecutivo, que está alineado con Pekín, y sospechan de las intenciones del gobierno chino, especialmente bajo Xi Jinping.