Desde 2009 hasta 2018, Venezuela encabezó las listas de países con mayor número de cirugías estéticas, incluso las mismas venezolanas solían someterse a intervenciones estéticas de diferentes tipos.
Sin embargo, en medio de la crisis económica y la hiperinflación que padece actualmente el país, el lujo parece haberse reducido solo a las extranjeras que ven como un importante ahorro el operarse en el país latinoamericano.
De hecho, según datos emitidos por la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, un aumento de busto o una liposucción en Venezuela puede costar entre 2.800 a 3.000 dólares, mientras que en Miami oscila los 3.500 dólares y en Beverly Hills puede llegar a tener un precio de 9.000 dólares.
A pesar de que para las mujeres provenientes del exterior (Panamá, Miami, Colombia, Aruba, Perú y Curazao) los montos son una “ganga”, para las venezolanas resulta excesivo, enmarcado en el hecho de que los sueldos en el país son excesivamente bajos.
El doctor Antonio Hallado, con más de 25 años de experiencia en el área, detalló que la demanda en su consultorio ha disminuido drásticamente. 8 de cada 10 venezolanos que acudían a la cita médica se operaban. Hoy en día, solo 3 o 4 pacientes deciden intervenirse. Por su parte, 7 de cada 10 pacientes que vienen desde el exterior optan por someterse al bisturí. Así lo reseñó 2001.
Aparentemente, para los extranjeros, el gasto del procedimiento, alimentos, hospedaje y boletos resulta ínfimo, muchas veces, comparado con lo que gastarían en sus países de origen.
Redacción Maduradas con información de 2001
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