«Nosotros si vamos a mantener relaciones con Rusia, y estamos listos para venderles todo lo que puedan comprar», expresó este miércoles 2 de febrero por su parte Nicolás Maduro, quien así ratificó su apoyo al presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien ha impulsado desde hace nueve días una invasión y posterior guerra en Ucrania.
«Nosotros si vamos a mantener relaciones con Rusia, y estamos listos para venderles todo lo que puedan comprar, aunque sabemos que Rusia es una potencia muy avanzada. El imperialismo puso una guerra comercial para destruir a Rusia, pero Rusia ha actuado», dijo Maduro durante una transmisión de Venezolana de Televisión (VTV).
«La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y EEUU querían rodear militarmente a Rusia, pero Rusia ha actuado. En Ucrania habían anunciado que iban a instalar armas nucleares. Putin me explicó toda la operación militar, las amenazas contra Rusia. Yo noté serenidad en el presidente Putin, sabiduría», aseveró.
Maduro sostuvo este martes 1 de marzo una conversación vía telefónica con Putin, a quien le ratificó su apoyo en medio de la guerra en Ucrania, invasión rusa ampliamente condenada por los países europeos, Estados Unidos y demás aliados occidentales, quienes se esfuerzan por detener el conflicto bélico.
«Sostuve una conversación telefónica con el presidente, Vladímir Putin, le ratifiqué la condena de Venezuela a las acciones desestabilizadoras de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Reiteré la firme disposición en favor del entendimiento y el diálogo, como vía para la preservación de la paz», detalló Maduro por medio de su cuenta oficial en la red social Twitter.
Así, luego de un comunicado de la cancillería madurista calificado como «tibio» por expertos, el sucesor de Hugo Chávez dejó clara su posición en el conflicto, pese a los riesgos del incremento de sanciones por parte de EEUU, entre otras posibles consecuencias para la economía venezolana, muy frágil tras años de severa crisis.
GUERRA EN UCRANIA
Los bombardeos a ciudades ucranianas continuaron este jueves. Asimismo, los invasores rusos tomaron la ciudad de Jersón y renovaron su ataque en las regiones de Kyiv y Járkov. En Bielorrusia se realizó este mismo día la segunda reunión entre delegados del Kremlin y el gobierno ucraniano buscando pactar un alto el fuego.
Mientras que causó zozobra un incendio en la planta nuclear de Zaporizhzhia, que quedó “extinguido” horas después, según confirmaron los bomberos de Ucrania. “No hay víctimas”, afirmaron los servicios de emergencia en Facebook.
El poder de fuego de los rusos ha obligado a millones de personas a refugiarse y huir del país. Los que permanecen en la nación se encuentran escondidos en cada sótano o en las instalaciones del metro de las ciudades. Mientras que un gran número se desplaza hacia la frontera con Polonia para poner fin a la angustia de ser víctimas de los bombardeos, que cada vez son más constantes incluso en la capital de Ucrania.
“Las partes han llegado a un entendimiento sobre la creación conjunta de corredores humanitarios con un alto el fuego temporal”, señaló el asesor presidencial ucraniano Myjailo Podoliak en su canal de Telegram.
“Es decir, no en todas partes, sino solo en aquellos lugares donde se ubicarán los propios corredores humanitarios, será posible el cese al fuego durante la operación”, añadió.
Más de un millón de personas han huido del conflicto en Ucrania para buscar refugio en países vecinos, indicó este jueves el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en su más reciente actualización.
Asimismo, la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, afirmó que desde el inicio de la invasión rusa contra Ucrania han registrado al menos 102 civiles muertos, incluyendo siete niños, y advirtió que las cifras reales en el terreno pueden ser «considerablemente» más altas. De hecho, ya para este miércoles se hablaba de más de 2.000 civiles caídos.
«La mayoría de los civiles murieron por la acción de armas explosivas con una amplia área de impacto, incluyendo artillería pesada y sistemas de cohetes con multilanzamientos y en bombardeos», afirmó Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. «Me temo que el balance real sea considerablemente más alto», insistió la funcionaria, claramente preocupada.