Durante el desarrollo de la final del Mundial Rusia 2018, en el que jugaron Croacia y Francia, un grupo de cuatro personas ingresó a la cancha, sorteando la seguridad y cuidados que tomaron los organizadores del torneo mundial.
Las personas sorprendieron a los espectadores y a los miembros de la seguridad en el campo, justo en el minuto 52 del partido al saltar al césped cada uno por un lado. Todos iban ataviados de lo que parecían uniformes antiguos de seguridad.
Los agentes reaccionaron con rapidez y poco después los fanáticos fueron retirados del terreno. Uno de los invasores intercambió una palmada con un jugador francés.
Pussy Riot detalló que había organizado la invasión, y emitió en Twitter una lista de exigencias al gobierno ruso. Entre estas, solicitaron la liberación de los presos políticos y detener los «arrestos ilegales» durante las protestas.