Agentes federales arrestaron a los técnicos que manejaban los sistemas de comunicación usados por los cárteles y esto les funcionó para capturar al exjefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín «El Chapo» Guzmán, el narcotraficante más buscado.
Primero capturaron a Vicent Ramos, director ejecutivo de la compañía Phantom Secure, lugo le siguieron sus clientes quienes eran operadores: operadores del Cártel de Sinaloa en California, integrantes de bandas de motociclistas en Australia, un exjugador de fútbol americano que era el jefe de una red que traficaba grandes cantidades de droga a varios países y un funcionario canadiense acusado de espionaje.
La empresa de Ramos se dedicaba a las comunicaciones secretas para grupos criminales, y quería expandirlo, se reunió en febrero de 2017 con unos potenciales clientes, quienes en realidad eran agentes.
El director de Phantom Secure ganó alrededor de USD 80 millones vendiendo celulares Blackberry encriptados al Cártel de Sinaloa, a través de esos teléfonos los jefes conversaron sobre cargamentos de droga, homicidios, sobornos, y demás actos delictivos.
El FBI tenía conocimiento de que el cartel usaba al menos 100 teléfonos Blackberry, intentaron numerosas veces infiltrarse en el software para penetrar en sus comunicaciones sin éxito.
“El Chapo” habló de forma cómoda y segura de sus negocios ilícitos con funcionarios corruptos, su esposa Emma Coronel, con sus amantes y hasta con Kate del Castillo, la actriz mexicana que comenzó a dar indicios del paradero del criminal por sus comunicaciones con él.
Christian Rodríguez, un hacker colombiano quien ayudó como informante a las autoridades. Rodríguez vendió por esos teléfonos al cártel por 500.000 dólares y él mismo fue hasta la sierra de Sinaloa para explicarles cómo utilizarlos.
Los agentes le pusieron una trampa a Rodríguez en un hotel de Manhattan, se hicieron pasar por un capo que buscaba sus servicios, todo quedó grabado en video y audio, y a cambio de no ir a la cárcel se convirtió en informante.
Los audios y mensajes de texto que recopiló Rodríguez se mostraron al jurado y hundieron legalmente al capo.
“La comunicación estaba completamente encriptada, de un teléfono a otro (…) Es muy difícil rastrear la llamada”, explicó el hacker sobre el sistema que le vendió al cártel.
Del mismo modo detalló que cada miembro de la organización tenía una extensión con tres números para que pudieran comunicarse, podían llamar y navegar por internet sin dejar rastro.
También reveló que huyó a Estados Unidos cuando escuchó una conversación donde ordenaron su ejecución. Al colaborar con el FBI recibió casi 500 dólares y la Fiscalía desestimó los cargos en su contra, le permitieron conservar bienes.
Redacción Maduradas con información de Infobae.
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