El cuerpo sin vida de María Mayo Toledo, de 64 años de edad, fue hallado en un contenedor de basura por personal del aseo de Caracas, el pasado domingo 21 de junio. Según averiguaciones del Cicpc, su nieta de 16 años habría planificado el asesinato para presuntamente quedarse con la vivienda de la mujer.
Sin embargo, recientemente familiares de la acusada, manifestaron sus dudas sobre el presunto motivo que impulsó a la joven y a su pareja de 19 años de edad, identificado como Richard Alfonso Vargas Betancourt, a perpetrar el crimen.
En declaraciones para El Pitazo, una familiar de la presunta homicida relató que la joven había sido muy cercana a su abuela hasta los 13 años de edad, cuando ocurrió el divorcio de sus padres.
«Desde que era una bebé ellas eran muy cercanas, era su única nieta, hija de su único hijo. María le celebró todos sus cumpleaños. Se llevaron bien hasta que sus padres se separaron, porque ella vio como su papá maltrataba a su mamá. Luego del divorcio, ella se fue a vivir con su abuela y nunca fue la misma», contó la pariente que prefirió no ser identificada.
Según detalló la familia, la conducta de la joven cambió tanto que un año después de la separación de sus padres hizo videos pornográficos y los publicó a través de redes sociales. Asimismo, acusó a la nueva pareja de su madre de abuso sexual, ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). Sin embargo, los parientes aseguran que las autoridades la desmintieron.
Posteriormente, la joven también acusó a su madre de maltrato ante la sede policial, diciendo que le habría aruñado la cara. Ésta denuncia también habría sido desmentida por las autoridades.
Durante su convivencia con la nieta, María llamó a su ex yerna para pedirle que interviniera, pues no paraba de gritarle y discutir. No pudo hacer lo mismo con su hijo, pues desde el divorcio con la madre de la joven, se había mudado a España.
Dos semanas después de que María buscara apoyo para mejorar el comportamiento de la menor de edad, ocurrió el hallazgo del cadáver en la avenida Andrés Bello del municipio Libertador, en Caracas.
Vecinos de la zona le habrían indicado al Cicpc que la mujer no vivía sola, sino que compartía la residencia con su nieta y la pareja de ésta. Al iniciar la búsqueda, encontraron a ambos jóvenes de camino a la vivienda, por lo que fueron trasladados en una patrulla para declarar.
Una vez en el interrogatorio, confesaron el asesinato. Detallaron que rodearon su cuello con un cable para asfixiarla, la golpearon y con la ayuda de dos hombres en situación de calle, arrojaron el cuerpo en un basurero.
Para entonces, su nieta alegó que cometieron el crimen para quedarse con la casa, aunque esta versión es desmentida por sus parientes, quienes aseguran que la joven sabía que la vivienda era alquilada.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo