En Bogotá los habitantes se niegan a alquilarles habitaciones a los venezolanos, en la mayoría de los casos por vivir malas experiencias con los extranjeros.
Teresa Riaño, colombiana, contó que tiene una familia de venezolanos alquilados en su vivienda que se han negado a pagar.
“Ya llevan como seis meses, me deben la luz y el agua”, dijo la mujer.
También comentó que al principio le arrendó a ocho venezolanos, pero luego se fueron quedando en su casa personas que no conocía. “Un señor del cuarto piso me dijo que habían como 50 venezolanos”.
Por su parte, Orlando Barragan, otro propietario, coincidió con Riaño y contó que tuvo que desalojar a unos venezolanos con orden judicial porque no le pagaban.
“Ellos decían que en Venezuela no cobran el agua, ni la luz”, contó.
Redacción Maduradas