Entre el 20 de noviembre y el 9 de diciembre de 2019, cinco personas murieron al tomar bebidas adulteradas en el estado Aragua. Sin embargo, no fueron las únicas, porque este mismo año fallecieron otras 30 personas más en todo el país.
El director de la Cámara de la Industria Venezolana de Especies Alcohólicas (Civea), Luis Enrique Cárdenas, precisó que el repute de este tipo de bebidas radica en su costo: “El precio de un licor artesanal es 80% menos que el de uno industrial”, indicó.
La mayoría de los registros concuerdan en que las víctimas mortales ingirieron un producto vendido como «cocuy de penca», un licor artesanal, declarado patrimonio natural, ancestral y cultural de la nación en 2005 y que es producido en mayor cantidad en Lara y Falcón.
Aunque personas relacionadas a la venta de licores, afiman que los brebajes que causan la muerte por intoxicación no corresponden con el verdadero cocuy de penca, este ha sido declarado portencialmente peligroso.
En 2018, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), dependiente del Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, difundió un estudio en el que evaluó la concentración de metanol en nueve bebidas alcohólicas, obtenidas en tres regiones del país, reseñó El Pitazo.
El cocuy fue uno de los tres productos alcohólicos que se tomó como muestra en la región central.
El resultado no fue alentador: de los tres licores, el cocuy fue el único que no cumplió con las especificaciones requeridas en la norma Covenin, pues concentró 323,2 mg/L de metanol.
Redacción Maduradas con información de El Pitazo
Lea también: