Si hay algo que sabe hacer el gobierno es evadir las responsabilidades y ahora le tocó el turno a la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, quien atribuyó toda la culpa por la crisis penitenciaria a la actual ministra para el servicio penitenciario, Iris Varela. Falta ver a quien puede endosarle la responsabilidad ahora Varela.
15.643. Ese es el número de juicios penales el año pasado sufrieron algún tipo de retraso en Caracas. Así lo reveló el Ministerio Público en su informe anual, en el cual informó que el principal causante de estos diferimientos fue el Gobierno, a través del Ministerio para el Servicio Penitenciario.
Debido a que el despacho dirigido por Iris Varela no logró trasladar a los procesados que están en las distintas prisiones del país a los juzgados de la capital, 8.228 audiencias no pudieron celebrarse el día que estaban pautadas, de acuerdo al reporte consignado por la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz.
Por su parte, la ausencia de los jueces y las fallas de los secretarios y alguaciles para citar a las partes fue la segunda razón para los aplazamientos (4.414), mientras que en tercer (1.723) y cuarto lugar (448) se colocaron la ausencia de los defensores privados y de los fiscales.
No obstante, estos números la exmagistrada de la Corte de Apelaciones especializada en Violencia contra la Mujer de Caracas, Reneé Moros Tróccoli, consideró que el documento no recoge bien las responsabilidades en los diferimientos.
“El pran es uno de los grandes responsables del retardo procesal, porque es él quien decide quién sale y quién no sale de la cárcel y mientras eso sea así es imposible que el sistema funcione”, afirmó la penalista, quien agregó: “Antes el problema eran los traslados de los presos, porque no había autobuses o porque los que habían no funcionaban, pero eso ya no es así. Desde hace años ese problema se palió, pero debido al desorden procesal que ha reinado en los últimos años en los tribunales, el cual contribuyó a agravar el hacinamiento carcelario, ha surgido un nuevo problema que antes no había: El pran”.
Con información de Crónica Uno