Luego de abandonar la política, el exvicepresidente del gobierno de España Pablo Iglesias, como un acto simbólico, decidió cortarse la cola de caballo que caracterizaba su imagen, informó el diario La Vanguardia, que publicó unas fotografías del ultraizquierdista con su nuevo look mientras lee un libro.
Ahora sin cola y sin cargos públicos, Iglesias recupera su actividad docente y es probable que regrese al periodismo crítico a mediano plazo.
La imagen del exvicepresidente, dice La Vanguardia, ya había sido discutida antes, dentro y fuera de Podemos, después de las elecciones europeas de 2014 y antes de concurrir a las generales de 2015, pero Iglesias prefirió en ese entonces mantener su cola.
También volvió a discutirse su imagen cuando entró al gobierno, pero tampoco se concretó.
El año pasado Iglesias había comentado a personas cercanas su deseo de cortarse la cola por comodidad, pero sus colaboradores se negaron porque seguían viendo el peinado como un símbolo de la “irrupción” de Podemos en la política española. Entonces el ultraizquierdista, cercano al chavismo, optó solamente por recogerse la cola.
Ahora, con su salida de la política, tuvo el momento perfecto para quitarse la cola, un símbolo, subraya el periodista que firma la nota de La Vanguardia, Pedro Vallín Madrid, para sus votantes y sus adversarios.
Iglesias anunció su dimisión de todos sus cargos políticos y su retiro de la política partidista tras el mal resultado del bloque de izquierdas en las elecciones de Madrid, en los que arrasó la derecha.
“Me convertí en el chivo expiatorio que moviliza los efectos más contrarios a la democracia. Estos resultados lo dejan claro, yo no soy una figura que pueda contribuir a mejorar nuestro peso electoral”, expresó Iglesias luego de anunciarse los resultados que daban como ganador al Partido Popular con 80% de los votos escrutados.
EFE
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